17 de junio de 2009

La hormiga que quiso ser astronauta


"La hormiga que quiso ser astronauta" es la primera novela de Felix J. Palma, autor del ahora ya famoso "Mapa del tiempo". Publicada por primera vez en el año 2001, acaba de ser reeditada. Su argumento y tono tienen poco que ver con el de el "Mapa..." y según los comentarios del propio autor también se aleja del estilo y objeto del resto de su producción literaria. Sin embargo, la trama se mueve igual que en el "Mapa..." en el terreno de lo fantástico, aunque con rescate final.

"La hormiga..." es una novela cargada de humor, lúdica, espontánea, surrealista que acaba convirtiéndose en una reflexión sobre un universal: la aceptación del paso de la infancia a la madurez. Divertidísima y ácida, somete al protagonista al papel de víctima de su propio creador quien acabará apiadándose de él como lo hiciera Cervantes con su Quijote. Y la comparación no es casual. Este Quijote actual se debate con la ceguera de otro tipo de locura, un síndrome de Peter Pan que arrastra al protagonista de Dulcinea en Dulcinea buscándose a sí mismo. Porque el amor romántico puede interpretarse como un síntoma más de la inmadurez. O no.

El rescate final que antes apuntaba y que no desvelaré, es probablemente el punto más débil de la novela. Quizá porque aquejada del mismo mal que el protagonista no he sabido aceptar sumisamente el viraje del argumento o quizá porque este no es lo suficientemente diestro. La disparada tensión de toda la trama, en línea recta fluida y fresca, se retuerce de repente e introduce al lector en un laberinto de curvas inesperado. Pero que nadie se engañe, se trata de la novela de un escritor maduro y ágil en el oficio, capaz de satisfacer la perspicacia del lector entrenado.

Dice Juan Bonilla en la introducción: "Quien no lea por mero placer, no tiene mucho que hacer aquí". No creo que yo pudiera expresarlo mejor. Así que para los que tengan algo que hacer aquí, quede esta invitación a su lectura.

Esta reseña intenta torpemente saldar una deuda sin conseguirlo. Hay agradecimientos inmerecidos que convierten en merecida la gratitud que les responde.

1 comentario:

Esther dijo...

Después de una pausa al finalizar WERTHER, acabo de encontrar otro libro para leer, GRACIAS =)