13 de diciembre de 2012

Apaño

Con cuidado para que no se les caigan los alfileres hace un movimiento lento que desentumece un poco las puntas, pero no se atreve a aletear más fuerte por si ceden los hilvanes. Un remiendo chapucero, piensa mientras repasa los churretes de la túnica y endereza como puede la coronita de latón. Cinco minutos, dice alguien que abre fugaz la puerta del camerino. Se muerde el labio frente al espejo, las bombillas crean un bonito halo alrededor de su cabeza. Consume los minutos rezando por que el apaño sea suficiente. Es el momento ya: abre la ventana y la atraviesa.

Micro participante en el concurso Relatos En Cadena que marcaba la frase de inicio

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