2 de abril de 2014

Alter ego


Luego cruzó el pasillo, bajó al sótano y mató al prisionero. Libre al fin de aquella carga, le apeteció un paseo despreocupado entre la gente. Una ducha y a la calle. Pero los inconvenientes se presentaron enseguida: es muy difícil afeitarse sin nadie al otro lado del espejo.

Micro participante en el concurso Relatos En Cadena que marcaba la frase de inicio

2 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Sorprendente final.
La verdad es que a veces es para matar al reflejo, ¿pero tú le has visto que mala cara? Insultante.

Si, me gustó, esa es la verdad

Rosita Fraguel dijo...

Gracias Luisa :)